Dos años han pasado desde que realizamos la campaña del 1º
de mayo bajo el lema “Reforma Laboral, ni trabajo ni dignidad” y el tiempo nos
ha dado la razón.
La Reforma Laboral se presentó como la solución para reducir
la tasa de paro que con el gobierno de Zapatero
alcanzó el 21,52% con 4.978.300 parados, han pasado tres años desde la
misma y la tasa de paro se sitúa a día de hoy con el gobierno de Rajoy al 23% (marzo 2015) con 4.451.939 de parados.
Con estos datos sobre la mesa y en vistas a un año de
elecciones, el gobierno se apresura en vender y dar publicidad a los datos macro-económicos
para convencer de la mejora de la situación de crisis y vender la reforma
laboral como exitosa, el paro se ha reducido levemente pero también hay que
entender a qué precio para una reducción tan poco perceptible.
La Reforma Laboral ha reducido las condiciones laborales de
los españoles a las peores desde la llegada de la democracia, la pérdida de
derechos es evidente y palpable y lo que es más importante con los datos
macro-económicos ofrecidos por el gobierno no se llenan neveras, ni se pagan
recibos en los hogares españoles.
La reforma ha traído una bajada constante y continua de los
sueldos, ha impuesto la precariedad laboral haciendo que la estabilidad en los
puestos de trabajo sea algo a día de hoy inimaginable y lo que es peor ha
abandonado por completo a nuestros jóvenes, cuya tasa de paro se sitúa por
encima del 50% y que solo tienen como salida el abandonar su tierra para buscar
oportunidades lejos de España.
Quizás haya gente que piense que los datos macro-económicos,
las estadísticas y los informes económicos de una minoría sirvan
para calcular la mejora de la situación, nosotros pensamos que es el día a día
de las familias y de los trabajadores españoles las que establecen la realidad
que se vive en España muy lejos de los datos dulces que nos vende el Gobierno.